"Cantas?"

Uno de mis recuerdos favoritos de la primera vez que me quedé por más de una semana en Perú fue en realidad la caminata de la escuela de misiones después de que estuve allí para un retiro de mujeres. Terminé saliendo con Carmen Arimborgo, la matriarca de la familia Arimborgo, fácilmente una de las mujeres más felices y poderosas que he conocido en el Señor. ¡Ella siempre está sonriendo y casi siempre cantando también!

Cuando comenzamos el camino de regreso al autobús y la civilización, estaba principalmente en mi pequeño mundo pensando en la promesa que le hice al Señor de comprometerme a ser misionero en Perú. Al no hablar nada de español, tampoco esperaba tener ningún tipo de conversación con ninguna de las mujeres a mi alrededor porque no hablaban nada de inglés. Muy pronto, sin embargo, me encontré caminando junto a Carmen y ella tarareaba felizmente para sí misma. No recuerdo exactamente cómo empezó todo, pero rápidamente me di cuenta de que ella me estaba preguntando si sabía cantar. Tarareaba algunas notas de una canción y, si lo supiera, me ponía a cantar en inglés. Casi todas las canciones que cantamos en esa caminata eran himnos antiguos. Uno de los que pasamos más tiempo cantando en esa caminata fue "Sublime Gracia". Creo que me hizo cantar tantos versos como pude recordar en esa caminata. Me di cuenta de que a ella realmente le gustó esa canción, y comenzó a cantar conmigo en español durante la mayor parte del tiempo. Más tarde supe que "Amazing Grace" era una de sus canciones favoritas. Sigue siendo una de sus canciones más solicitadas si alguna vez me pide que cante algo.

Probablemente pasamos entre 10 y 15 himnos diferentes que ambos sabíamos al menos en parte en nuestros propios idiomas antes de terminar pasando el resto del tiempo cantando "Sublime Gracia". Sin embargo, ese paseo siempre ha sido muy especial en mis recuerdos, porque me recordó mucho a mi infancia. No puedo decirles cuánto tiempo pasé cantando con mi familia, pero sobre todo con mi abuela a quien amaba mucho. Cantaríamos en el coche, en la casa, dondequiera que estuviéramos siempre cantaríamos. Recuerdo cantar himnos con mi abuela. Mi abuela es la razón por la que conocí a tantas de las que Carmen quería cantar ese día. Mi abuela falleció varios años antes de que yo fuera a Perú. Cantar esas canciones al salir de la escuela de misiones después de comprometerme con el Señor en mi corazón de que sería un misionero para Él, fue como tener a mi abuela conmigo.

El poder de la música para traspasar las barreras de la comunicación siempre me ha asombrado. Realmente crea algunos de los recuerdos más especiales. Sé que siempre hay un gran debate en las iglesias de todo el mundo sobre la música, pero personalmente me gusta toda la música que realmente adora al Señor y mueve el corazón hacia Él. Muchos de los himnos antiguos tienen palabras poderosas que haríamos bien en volver a visitar y recordar hoy, mientras que algunas de las canciones y coros más nuevos nos ayudan a meditar en Su bondad y en nuestra adoración de maneras poderosas.

"Gracia asombrosa, qué dulce el sonido, que salvó a un desgraciado como yo,

Una vez estuve perdido, pero ahora me han encontrado, estaba ciego pero ahora veo ... "

¿Tienes una canción favorita, nueva o antigua, que te transporta automáticamente a otro momento o lugar de tus recuerdos? ¿Uno que automáticamente te haga sonreír?